martes, 13 de abril de 2010

El lado obscuro del bienestar obrero

El triunfo de la FOTIA

La cosecha de caña de azúcar es el principal motor de la agronomía tucumana. En la pirámide productiva de la caña se ubican los industriales (los dueños de los 15 ingenios provinciales) en la pequeña punta, mientras que los obreros (los trabajadores que son contratados en épocas de zafra y que luego quedan desocupados en lo que resta del año) constituyen la amplia base. En el medio, al lado de los empleados que hacen tareas administrativas y de los que hacen reparaciones en los ingenios, están los cañeros independientes, que son los pequeños y medianos productores que producen cerca del 80% de la caña provincial. Estos últimos son los que logran introducir equilibrio y equidad en el mundo laboral agrícola. La ausencia de pymes rurales transformaría al campo tucumano en una masa de obreros explotados directamente por un reducido grupo de industriales; sin los numerosos cañeros independientes que poseen unas cuantas hectáreas de tierra productiva en Tucumán, los ingenios serían los dueños absolutos del negocio, y sus acciones serían mucho más arbitrarias y abusivas de lo que actualmente son.